La escultura Vasca Contemporánea (I)

"Una de las mayores aportaciones de la cultura vasca a la historia del arte ha sido la escultura vasca contemporánea"

Siempre que se analiza un fenómeno artístico contemporáneo, se tiende a fijar la mirada en los movimientos extranjeros, minusvalorando la importancia que los fenómenos autóctonos puedan tener. En un intento de reconocer la importancia que se merece el arte contemporáneo local, analizaremos en las siguientes líneas la escultura contemporánea vasca desde sus inicios hasta hoy en día. 

Para comenzar, debemos situarnos en la época en la que se dieron estos artistas, analizando el por qué se dieron o qué valores fueron su base en la creación de sus obras.

Busto de Pichichi, obra de Quintín de Torre

Dentro de la escultura vasca contemporánea se diferencian cuatro generaciones diferentes desde finales del siglo XIX hasta hoy: 

- La generación de la transición
- La generación desangrada 
- La generación rebelde
- Los nuevos artistas

Estas generaciones lograron el resurgimiento del movimiento escultórico vasco, un movimiento que había dejado un vacío de casi 200 años desde que se realizaran las últimas realizaciones barrocas.

GENERACIÓN DE LA TRANSICIÓN 

Homenaje a Arriaga, obra de Durrio

En esta época encontramos tres artistas de renombre: Nemesio Mogrovejo, Francisco Durrio y Quintin De la Torre. Estos artistas fueron los antecesores de la escultura vasca contemporánea, los que empezaron a poner valores artísticos y rompieron con todo lo que se había hecho hasta el momento. 

GENERACIÓN DESANGRADA

La casa museo de Julio Behobide

Al ser una de las generaciones que tuvieron que vivir en la época de la Guerra Civil Española, fue la generación que menos artistas nos ha dado, ya que hubo un retroceso en todo tipo de actividades, no solo en el arte, debido a sus consecuencias. Muchos de los intelectuales y artistas de entonces fueron exiliados en otros países como Sudamérica o Francia. El único artista con nombre propio de esta época fue Julio Behobide (Zumaia 1891). 

LA GENERACIÓN REBELDE

Oteiza frente a sus apóstoles

Hasta finales de los 60 el mundo cultural del País Vasco no asimila las nuevas corrientes vanguardistas que se están dando en todas partes del mundo en ese momento como el Dadaismo, Surrealismo o el Constructivismo entre otros. 

Los apóstoles no fueron colocados hasta el reinicio de las obras

El nacimiento de esta generación tiene un hito concreto: el proyecto de la construcción de la Basílica de Arantzazu.  En este proyecto trabajaron varios artistas, todos ellos orientados a tendencias modernistas. La ruptura con la normativa imperante les obligó a paralizar el proyecto una vez que en 1954 falleciera el padre Lete. Al pasar el proyecto a manos de los franciscanos, se abrió un proceso de debate hasta que finalmente se logró retomar el trabajo de construcción. 

Nave principal de la Basílica de Arantzazu

Otro hito decisivo de esta generación fue el libro escrito por Jorge Oteiza "Quosque Tandem" (1963). En él se recoge un análisis sobre la antropología estética y se citan todos los grupos que surgieron a raiz de dichos acontecimientos.

GAUR (Gipuzkoa), EMEN (Bizkaia), ORAIN (Álava) y DANOK (Nafarroa) son los grupos artísticos que se crearon. Mediante estos nombres se pretendía lanzar un mensaje: 

"HOY, AQUÍ, AHORA, TODOS", integrando un frente cultural que pretendia acabar con la frustración cultural y material que sufría Euskal Herria.

Entre los miembros de estos grupos no solo había escultores como Oteiza, Chillida, Basterretxea o Mendiburu; sino que también lo integraban pintores como Zumeta, Balerdi, Sistiaga o Amable Arias.

Hasta aquí un breve resumen sobre la escultura contemporánea vasca y sus cuatro generaciones. En próximas entradas desarrollaremos cada una de ellas con más detenimiento.

Bibliografía:

Arte Vasco. Pág. 269 Editorial Erein.

PLAZAOLA,J. Euskal Herri Enblematikoa. Euskal Artearen Historia, XX. Mendea. Editorial Ostoa.

UGALDE, M. Hablando con Eduardo Chillida. Editorial Txertoa.

BERGARA, R. Gaur, Hemen, Orain. Editorial Museo de Bellas Artes Bilbao.